lunes, 25 de mayo de 2009

A aquel empeñoso errante:

¿Cuándo? ¿Desde cuándo?

Ahí perturba el insaciable, que toma mi más pura esencia, la de las madrugadas.
Aquello precioso que busca y desea, tan tristemente es creación y mito perverso.

Yo he volado sobre tus estimaciones y nadie desata más candor que yo, conmigo.

Deja de manipular las frías jaulas de este desierto minusválido.

Vive este viejo renacer, principito de plomo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Yo, distancio

Te agrego, me agrego. Acá, insolente.

Subyugado a mi alma se remonta este amor loco que no quiero ¡devuélvelo!
¿Y por qué esta adolescencia inútil no contempla? ¿No ves?

Corazón, loco ¿por qué? Tienes el camino tan profundo, hermoso y perfecto; pero aún así se abren los obturadores. Y tú, yo, lloro.

Sufro por tus malditas ansias, corazón, sufro aunque sea la hora de nacer y renacer; mientras yo... Yo presagio mi rutina, que la deseo y me devora. Es perfecta mi usanza, clandestina y sagaz ¡Deliciosa! Es esta mi costumbre, tan gozosa y complaciente, delicada y celestial.
Además, es mía.





Pero aún mi meollo no clausura aquella incitación, que invita, fascina y desgarra.

lunes, 4 de mayo de 2009

Because

Seguimos en línea recta, en primer lugar.
Acá viene, aquel tema de contaminación y desgaste, que tus manos desataron ante aquellas nubes que forman, pero luego, transforman. Me encanta, lo deseo, me acerco y me estremesco. Mis pies se estiran y te respiro.

Además las escaleras que recorro en aquel cielo púrpura, violeta con amarillo y rojo. Como tu camiseta, aquella, la que conocemos. Tan alto y profundo y... Me destruye la mente. A veces tan puro, pero hoy infinito y, además, sincrónicamente hacia arriba, tan lejos como aquel que deslumbra.

El amor es todo,
el amor es nuevo, eres tú.

Y, cuando regresa el llanto, es momento de reincertarme, porque aquella inmensidad no sé a quién profese ni a quién altere, pero aparece el sollozo tímido de este irracional animal, yo, que no comprendo y temo.
Me temo a mí, que ya se acerca la bestia de aquel silencio.

Tentación

Mi discurso, ante tu boca que llama, mata y provoca.
Colores que penetran mi jaula, este encierro maldito: Aquel amarillo infeliz y fascinante, de este rústico antojo.
Es que jamás he de pensarte si lo deseo, si lo necesito. Hundirme en aquellas letras que sobre vuelan sobre mi ser... al compaz de Within you without you, la forma de tu sombra, la tricionera, que me envuelve y te sigo, persigo.
Así, mi rabia y mi desgaste se procesan y resultan en ti, mi variedad, ése, tú.

¡Que alguien la encierre! ¡Guardenla! Que suelta en esta semana, no ayuda ni goza.
Tan solo me destruye... Y es tan sublime.