Es que nunca, jamás te había sentido de esa forma. Tan deseoso, pero personal. Tan mío. Pero, silencio... ¿Escuchas? Casi nos descubren.
Debemos seguir así, en secreto y gozosos de amor. De mi amor por ti que no para y no se controla. Pero ¡Alto! Escúchame, alguien viene. Es afuera.
Con solo el paso de tu mano, como un ave gris que se inunda en mi razón, mi cuerpo se eriza y te llama y te dice que jamás había tenido sentimiento tal que por sí mismo grite y exhale candor.
Así, como el idílico caso que hizo surgir a la música y a la poesía, aún no encuentro manera alguna de profesarte este potencial creciente sentimiento.
1 comentario:
Me gusta mucho.
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